Litiasis renal (piedras en el riñón)

La litiasis renal es una patología caracterizada por la presencia de piedras en el interior de los riñones. Los cálculos (piedras) renales se componen de sustancias normales de la orina, que por diferentes motivos se han concentrado y solidificado en fragmentos de mayor o menor tamaño, según el lugar donde haya formado el cálculo.
Los síntomas suelen ser:
Cólico nefrítico: Dolor, a veces muy intenso, que aparece en la zona lumbar o espalda baja y se irradia hacia el abdomen y hacia la zona genital.
Hinchazón abdominal.
Hematuria: Presencia de sangre en la orina.
Infección de orina.
Hay 4 tipos principales de cálculos renales (piedras):
El de calcio es el tipo de cálculo más común. El calcio se puede combinar con otras substancias, como el oxalato (la sustancia más común), para formar el cálculo.
Un cálculo de ácido úrico se puede formar cuando la orina contiene demasiado ácido.
Un cálculo de estruvita se puede formar después de una infección en el aparato urinario.
Los cálculos de cistina son poco comunes. La enfermedad que causa estos cálculos es hereditaria.
RECOMENDACIONES DIETÉTICAS
CÁLCULOS DE CALCIO
Aumentar el consumo de potasio: Patata, apio, plátano, aguacate y legumbres.
Aumentar el consumo de líquidos, especialmente agua (embotellada de mineralización débil, mejor).
Las infusiones de jengibre están muy recomendadas.
Disminuir tóxicos: Tabaco, alcohol.
Reducir el consumo de café, té y bebidas de cola a 1 o 2 tazas al día (de 250 ml a 500 ml). La cafeína puede hacer que se pierda líquido demasiado rápido, lo que puede llevar a una deshidratación.
Intentar evitar el consumo de suplementos de calcio. (Si se toma por recomendación médica, la mejor opción es comentarlo con el médico, y que sea él el que decida cómo llevar la suplementación de calcio).
Disminuir el consumo de sodio (sal y alimentos ricos en sodio, como precocinados, salsas comerciales, alimentos procesados y ultraprocesados, etc.). La comida china y mejicana, el jugo de tomate, los alimentos enlatadosson muy ricos en sal y sodio. Busca productos bajos en sal o sin sal añadida.
Reducir la cantidad de proteína, y escoger siempre carnes magras (no superar los 150g de carne al día).
Reducir el consumo de sacarosa (azúcar de mesa, zumos comerciales, galletas, cereales comunes, chocolates <60% cacao y con azúcar, bollería industrial, etc).
Disminución de oxalatos y purinas, los cuales explicaré a continuación.
Los oxalatos son moléculas presentes en varios vegetales o plantas de forma natural.
En dietética, este nutriente está catalogado como antinutriente, ya que secuestran el calcio y el hierro de los alimentos, impidiendo su absorción.
La ingestión abundante de alimentos ricos en oxalatos puede contribuir a la formación de piedras en el riñón, caracterizadas por cristales de oxalato cálcico. Estos cristales aparecen en forma de “arenilla” en la orina o en forma de piedras expulsadas.
Hervir previamente las verduras hace que parte de los oxalatos se queden en el agua de cocción.
CÁLCULOS DE ÁCIDO ÚRICO
Alimentos a evitar:
Alcohol.
Anchoas, arenque, sardinas.
Espárragos, coliflor, hongos, espinacas.
Consomé, levaduras, salsas comerciales, aceites industriales.
Carne de órganos (hígado, riñón, mollejas).
Otras sugerencias:
No excederse en las raciones de carne. Por comida, no superar los 85g de carne.
Evitar alimentos grasos (aderezos comerciales, helados, fritos).
Tomar suficientes carbohidratos.
Aumentar el consumo de cítricos (limón y naranja).
Beber suficientes líquidos, en particular, agua.
IMPORTANTE: Si se está siguiendo una dieta de pérdida de peso, cuidado, debe estar bien estructurada y organizada. Una pérdida de peso rápida puede aumentar el riesgo de formación de cálculos de ácido úrico.
CÁLCULOS DE CISTINA
Líquidos recomendados: Bebidas alcalinizantes y neutras.
Agua mineral rica en bicarbonato (>1500 mg por litro) con un máximo de sodio de 500 mg por litro.
Zumos cítricos, té suave y mosto de manzana diluido.
Evitar bebidas azucaradas (cola, gaseosas, refrescos) y bebidas alcohólicas.
Café y té, máximo 2 tazas/día.
Dieta aconsejada:
Dieta con bajo contenido proteico, limitando Las raciones de carne, pescado, huevos y sus derivados, queso, frutos secos y legumbres.
Aumentar el consumo de frutas, verduras, ensaladas, cereales, patatas.
Limitar la sal en la dieta. Deben consumirse preferentemente alimentos frescos, evitando alimentos enlatados, ahumados, escabechados, encurtidos, precocinados y la utilización de sal en la mesa.
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